DIA 3: "ICH BEEN EIN BERLINER"

KASSEL – BERLIN: 380 KMS
(10 de julio del 2010)






Cuando J.F.Kennedy pronunció ésta frase para solidarizarse con la población de Berlín que sufrían el bloqueo soviético sólo aliviado por el puente aéreo norteamericano, no imaginó que en vez de decir “yo soy un berlinés”, dijo en realidad “yo soy un donut”.

La cuestión es que no se si traumatizados o animados por tal circunstancia, el carácter de los berlineses es un “rara habis” dentro del siempre sobrio hacer de los alemanes. Se trata de una ciudad cosmopolita y “alternativa” y el visitante se encuentra siempre cómodo, incluso si debe de preguntar algo en inglés a cualquiera cuando deambula por la ciudad en busca de uno de los “Tips” turísticos imprescindibles. Es una ciudad que ya conozco pero que siempre me apetece.

Hacía mucho calor también aquí arriba, unos 40 grados, increíble. Al próximo motero que me diga que se ha cruzado Europa en verano diluviando le aconsejo que se apunte conmigo... 

En una parada en unos grandes almacenes me compré un spray para engrasar la cadena. Aunque estaba en alemán pensé yo que ya iría bien. ¡Craso error! Un par de días después de aplicarlo me di cuenta de que en realidad era spray desengrasante de manera que la cadena se pasaba el día soltando porquería y estaba dejando la parte posterior de la moto hecha un Cristo y el piñón de salida rezumaba constantemente.

Llegamos temprano a la capital y con la propia moto nos plantamos en uno de los tramos que permanecen del Muro de Berlín (el decorado East Side Gallery).



Estaba a los dos lados de Berlín, el Oriental y el Occidental, algo que en su día me hubiera costado la vida...





Pasamos por el Check Point Charlie, la mítica calle donde se hacían los intercambios de espías.





Chucherías y recuerdos diversos de la soviética Alemania Oriental, la DDR (Deutsche Demokratische Republik).



Luego fuimos a la triunfal Puerta de Brandemburgo que en su día dividía no sólo la ciudad sino incluso una manera de vivir… o de morir si acaso, y el Reichstag o Parlamento Alemán y sitio exacto donde en la práctica finalizó la segunda guerra mundial en Europa, con el sprint final de rusos y americanos por llegar primeros entre los escombros de un destruido Berlín. Más tarde dimos una vuelta por el Tiergarden.

Brandemburgtor.



Casa de las Culturas del Mundo (antiguo Kongresshall), en el Parque del Tiergarden.

Tras algo de navegación por la ciudad ocupamos nuestros camastros en el hostal previamente reservado y posteriormente dedicamos la tarde a hacer el turista a pie, en metro y en tren.

La Karl Marx Alle, la enorme avenida soviética.



En pleno centro de Berlín todavía se ven restos de las fábricas soviéticas, como éstas de Tatra – Motokov.


Y fachadas con murales de estilo inconfundible.


Nos dirigimos luego a la Alexanderplatz, con su Torre de Televisión  donde suelen quedar los jóvenes para ir de “jarras” (hablar de “cañas” de cerveza aquí es un poco ridículo...).

La fuente:

El conocido Reloj Global con la Hora Mundial, punto de encuentro típico en Berlín, donde justo ese día nos encontramos la concentración por el Estatut catalán.


La altísima Torre de Televisión de 365 metros (la última vez que estuve aquí no siquiera pude ver la bola por culpa de la niebla).


La estación.


Los muñequitos de los semáforos en Berlín son peculiares.


Nos encontramos una fiesta “alternativa” en la Fuente de Neptuno.


Atención al niño de la fuente, parece hasta real.





La verdad es que pasar un sábado noche en Berlín, la ciudad más cosmopolita del planeta, es un lujo ¿quién debe de haber planeado este viaje…? jajaja.

Monumento a los dos pensadores en el Marx-Engels Forum. Ambos pilares del comunismo miran hacia el Este (hacia Moscú).


Vamos a la isla de los Museos. Allí se encuentra la Berliner Dom (Catedral de Berlín).


Había bastantes de éstos mataos pedaleando a cambio de beber todo lo que pudieran.

Paseando por Unter der Linden llegamos de nuevo a la Puerta de Brandemburgo.




Muy cerca de allí está el laberinto que constituye el Memorial del Holocausto Judío.




Entramos al Tiergarden entre una marea humana que iba a ver el partido de fútbol de Alemania para el 3er y 4º puesto del Mundial, y pasamos por el Memorial a los soldados soviéticos durante la II Gran Guerra.


En éste día de pateo importante (más de 10 kms. seguro), llegamos hasta la Sony Gallery del Postdamer Platz.



Y tras una imprescindible parada para retomar fuerzas y cenar a base de Kebab, llegamos hasta el hostal donde descansar los pies que ya echaban humo. Las motos durmieron en el parking del hostal.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Estupendo viaje